RESPUESTA A JOHN MACARTHUR JR II

Por el Dr. Mike Cocoris

macarthurIntroducción: El sistema de salvación de MacArthur.

En El Evangelio Según Jesús, John MacArthur, Jr. expresa su profunda preocupación en cuanto a la predicación de un evangelio de gracia barata y creencia facilista. Según MacArthur, la creencia facilista ha producido conversiones falsas y ha arruinado la pureza de la iglesia. la solución es el evangelio que predicó Jesús.

Hay más, MacArthur declara que la creencia facilista enseña que todo lo que tiene que hacer una persona para ser salva es creer ciertos hechos, tomar una decisión momentánea, hacer una oración, llenar una tarjeta, o pasar al frente. Según MacArthur, el Dispensacionalismo ha producido un evangelio de la creencia facilista del día  de hoy debido a su casi “deseo obsesivo” de dividir la verdad en compartimentos hasta el punto de producir distinciones y dicotomías, donde no lo deberían haber hecho. Por ejemplo, hacen una separación entre la salvación y el discipulado; y entre dos clases de creyentes: carnal y espiritual. Han separado el arrepentimiento de la obediencia y las obras de la fe verdadera. Han relegado para el milenio el material del Sermón del Monte. Mas específicamente, MacArthur, reclama que el Dr. Lewis Sperry Chafer, enseñó estas cosas que luego “se convirtieron en el fundamento para toda una nueva manera de ver el evangelio” (p. 24). Un mensaje evangelístico que “nace de un sistema tal, difiere profundamente del evangelio según Jesús” (p.27). La idea de MacArthur, pues, es que el Dispensacionalismo ha producido el evangelio de la creencia facilista de la actualidad, el cual enseña que todo lo que uno tiene que hacer para ser salvo, es simplemente, creer los hechos acerca de Cristo, y reclamar tener vida eterna, “no hay necesidad de que haya un alejamiento del pecado, ningún cambio consecuente en el estilo de vida, ningún consagración—ni siquiera una disposición a someterse al Señorío de Cristo” (p.22). Inclusive “es posible rechazar a Cristo como Señor y, aún así, recibirle como Salvador”  (.27).

MacArthur propone que la manera de corregir las falacias y fallas facilistas es predicar y enseñar el evangelio según Jesús. El insiste en que cree que la salvación es por gracia por medio de la fe, agrega que implica alejarse del pecado y el someterse al Señorío de Cristo. Este es un costo que se debe calcular y un precio que se debe pagar. Pero eso no constituye la salvación por obras, nos asegura el autor, ya que la salvación es la obra de un Dios soberano quien otorga “la fe salvadora, el arrepentimiento, la entrega y la obediencia”. Por lo tanto, la salvación debe producir inevitablemente un cambio en el corazón y en la vida. Si no hay una transformación de comportamiento, no existe la obra de Dios, sino solo una profesión vacía a creer ciertos hechos. El respaldo de esta posición teológica se recoge a partir de las conversaciones que Jesús mantuvo con diferentes individuos, las parábolas que contó y las doctrinas que enseñó, especialmente en el Sermón del Monte.

En el proceso de explicar su opinión acerca del evangelio según Jesús, ya sea que hay tenido la intención de hacerlo o no, MacArthur presenta un sistema de salvación. (Mediante sistema quiero decir que MacArthur ha seleccionado a partir del ministerio de Jesús información perteneciente a la salvación y la ha organizado, de tal manera que constituye una teología de salvación). Su sistema de salvación se base en cuatro principios básicos: (1) Dios da arrepentimiento, fe, entrega y obediencia; (2) Habrá una inmediata transformación del comportamiento, capaz de ser percibida y observada; (3) Los creyentes verdaderos tal vez caigan momentáneamente, pero a la postre preservarán hasta el fin. ; (4) Si una persona se aparta y se desliza, nunca ha sido genuinamente salva. En resumen, la salvación es la obra de Dios y, en consecuencia, traerá como resultado una vida transformada que permanecerá.

El escenario presentado en El Evangelio Según Jesús, hace surgir una cantidad de cuestiones: la creencia facilista y la falta de vida piadosa entre los miembros de la iglesia en la actualidad, la interpretación de diferentes  pasajes de los evangelios, el significado del os requisitos para la salvación y los resultados de la misma, el rol de Dios en la salvación, más preguntas referentes a la enseñanza  de las epístolas, y posiciones de distintos líderes de la iglesia a lo largo de la historia. Este libro también crea varios problemas prácticos.

El formato de este ensayo seguirá la estructura del libro El Evangelio Según Jesús. Primero, examinaré la interpretación de MacArthur de las conversaciones que tuvo Jesús, las parábolas y la historia de la iglesia. Luego, se ofrecerá una evaluación. A lo largo de este ensayo, una declaración entre comillas, con letras en rojo, seguida del número de página entre paréntesis, es una cita del libro de MacArthur. Es necesario que lea todo el artículo. Si solo le interesa mi evaluación general del libro de MacArthur, entonces solo necesita leer el último capítulo titulado “Observaciones finales”.

LAS CONVERSACIONES DE JESÚS           

Según el libro El Evangelio Según Jesús (de aquí en más EESJ), Jesús le anunció su evangelio por lo menos a nueve individuos. Estas conversaciones individuales demuestran, según MacArthur, que Jesús no predicaba una gracia barata o una creencia facilista. En cambio, Jesús demandaba que los individuos dieran las espaldas al pecado y se sometieran a su Señorío. ¿Es esto correcto? Examinemos lo que MacArthur dice acerca de estas conversaciones y, luego, observemos en el Nuevo Testamento estas mismas conversaciones para ver si el comentario de MacArthur es correcto.

 NICODEMO

MacArthur señala que algunos toman Juan 3 como una declaración en cuanto a lo fácil que es creer en Jesucristo. Los acusa de perderé el sentido del episodio (p.38). Declara que una de las razones por las cuales Jesús utilizó la historia de la serpiente en el desierto fue para demostrarle a Nicodemo “la necesidad de arrepentimiento. En realidad, escribe MacArthur, “Jesús utilizó esta ilustración en particular precisamente por el hecho de que desafiaba el fariseísmo arrogante de Nicodemo” (p.36). Según MacArthur, Jesús le estaba diciendo a Nicodemo que necesitabaidentificarse con los israelitas rebeldes y pecadores, reconocer su pecado, y arrepentirse” (p.46). El defiende que los israelitas tenían que “arrastrarse hasta donde pudiesen ver la serpiente” (p.46)

Se admite el hecho de que los israelitas reconocieran su pecado, Números 21.7. Pero, ¿es esa la razón por la cual Jesús hizo referencia a la historia y ese es el concepto que deseaba establecer? No hay ni una sola señal de una aplicación tal en el mensaje de Jesús a Nicodemo. En realidad el único paralelo que hizo con números 21 fue entre la serpiente y el Hijo del Hombre, no entre Nicodemo y los israelitas. En ninguna parte de Números 21 dice, o aún remotamente sugiere, que “tenían que arrastrarse hasta donde pudiesen verla (la serpiente)” (p.46) ¡La serpiente fue levantada para que todos la pudieran ver! La exposición de MacArthur sobre Juan 3.16 es una eiségesis y no una exégesis. Está introduciendo un mensaje dentro del texto en lugar de estar sacando una verdad a partir del texto. El utiliza esto para insistir en que Jesús le estaba mostrando a Nicodemo la necesidad de arrepentirse. Pero la palabra arrepentimiento no aparece para nada en Juan 3. No aparece en todo el evangelio de Juan–¡Ni una sola vez! (A propósito, MacArthur declara, “es digno de hacer notar que Moisés no registra más casos similares a la clase de rebelión que trajo como resultado el juicio de Dios. Se volvieron hacia Dios con desesperación y arrepentimiento genuino. Jesús estaba demandando que Nicodemo hiciese lo mismo” (p.46). La verdad es: el pueblo que en Números 25 miró la serpiente para salvarse de la muerte, en Número 21 miró la serpiente para salvarse de la muerte debido a que había murmurado. En Números 25 había cometido idolatría e inmoralidad.

A partir del material de Juan 3, MacArthur defiende que “la fe verdadera trae como resultado la obediencia” (p.46). Para establecer ese punto cita Juan 3.20-21, pero no lo explica y asegura  que Juan 3.36 está diciendo que la desobediencia es incredulidad (p.47). Luego concluye que, “así, la prueba de la fe verdadera es esta: ¿produce obediencia? Si no lo hace, no es la fe verdadera. La desobediencia es incredulidad. La fe verdadera obedece” (p.47). (En el capítulo siguiente también se refiere a Hebreos 3.18-19 para argumentar que la desobediencia es equivalente a la incredulidad).

Juan 3.20 simplemente dice que la gente que practica el pecado aborrece la luz, y no viene a la luz, no sea que se hagan evidentes sus acciones, el versículo 21 dice que la gente que practica la verdad viene a la luz. ¿Cómo prueba cualquiera de estos versículos que “la fe verdadera trae como resultado la obediencia”? la manera en que MacArthur maneja estos versículos requiere que una persona tenga que practicar la verdad antes de venir a la luz, o aquellos que creen siempre practiquen la verdad, por lo tanto, siempre viene a la luz. A partir del resto del libro, probablemente no habría peligro en asumir que lo que él quiere decir es que los que creen siempre practican la verdad y, por eso, vienen a la luz. Pero eso no es lo que dice Juan 3.21, no dice que todos los que creen siempre practican la verdad. Una vez más MacArthur está leyendo dentro del texto algo que simplemente no está allí.

Juan 3.36 dice: “El que cree en el hijo tiene la vida eterna; pero el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”, el apóstol está empleando un paralelismo. Está haciendo un contraste entre creer y obedecer, por lo tanto, obedecer es creer. –Dios les ordena a los hombres que crean para ser salvos, cap Hechos 16.31–. Además, observe que el versículo dice: “El que desobedece, no verá (tiempo futuro) la vida”. La obediencia es algo que precede a la vida, es simplemente obediencia al mandato de creer. Juan 3.36 no dice nada en cuanto a que la fe produce obediencia. MacArthur lo observa a la inversa. Este texto no está diciendo que la desobediencia es incredulidad; está enseñando que la incredulidad es desobediencia. Hebreos 3. 18-19 tampoco hace a la obediencia equivalente a la fe. Este pasaje simplemente dice que los israelitas fracasaron en obedecer a Dios porque no creyeron en El.

Si una persona no tuviese la explicación de MacArthur para confundirle, nunca llegaría a la conclusión, partiendo de Juan 3.36, de que la base de la vida eterna fuera cualquier otra cosa aparte de creer, u obedecer al mandato de creer. No se dice nada acerca del arrepentimiento, o de la obediencia subsiguiente a la fe. El mensaje de Juan 3.16 es simplemente que: “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Si cualquier persona del mundo confía en Jesucristo, y en él solo, tendrá vida eterna.

Continua…

               

 

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